miércoles, 20 de enero de 2010

Reg-no

El otro día, ordenando mi armario, recordé una vieja anécdota que es demasiado buena para no contarla.

En el orden encontré una sudadera, la protagonista de la anécdota que voy a contar, que hacía ya un montón de años que no me estaba bien. Era una sudadera del C&A, sencilla y normalita, nada hortera, negra, con refuerzos en los codos y un cuello fardón que me hacía parecer un malo de ciencia ficción barata. Además tenía una especie de escudo heráldico en el pecho, en el lado izquierdo. Y sobre el escudito ponía una palabra. Reg-no. Así, con guión. Nunca supe que significaba. Las prendas de ropa del C&A ocultan mensajes de antiguas civilizaciones ya olvidadas.

Nos remontamos a mis tiempos de escolar, cuando yo estaba en el colegio (si, sé que nunca seré tan guay como vosotros, pero nunca fuí a un instituto). Había un chaval por ahí, unos años menor que yo, que me admiraba por ser heavy. Poneos en situación, colegio pijo y de monjas, los heavies nos podíamos contar con los dedos de la mano de un hombre que hubiera perdido todos sus dedos salvo uno y el resto fueran pequeños muñones.

En fin, el caso es que a este chaval le fascinaba la cosa metálica y vió en mí una fuente de información. Me preguntaba, me informaba de sus progresos buscando mi aprobación, me buscaba por los pasillos para hablar, incluso me acompañaba a casa para hablar por el camino. Era bastante pesado, pero bueno, tampoco hacía daño, pobrecillo, y además así yo demostraba un poco mi vasta sapiencia sobre el apasionante mundo del metal, que siempre está bien poder usar para algo todo el conocimiento inútil que se acumula en la cabeza. Resumiendo, que el chaval quería ser heavy y no perdía oportunidad de demostrármelo.

Y aquí vamos, ya llega el clímax de la anécdota. Iba yo un día con mi sudadera de Reg-no (recordemos, una sudadera del C&A con un mensaje inescrutable) cuando me crucé con el padawan. El tío me mira y entorna los ojos mientras asiente con aprobación y entendimiento. Tensa la boca en una media sonrisa, adquiriendo lo que para él significaba la postura definitiva del tipo duro. Entonces alza el puño hasta la altura de su cabeza, en un gesto de poder, y bajando la voz un par de octavas exclama: ¡REG-NO! Yo permanezco impasible. El muchacho sentecia: ¡Qué buenos son, tío! Sigo impasible y un poco estupefacto. El chaval continúa su camino por el pasillo mientras murmura para sí, a un volumen suficiente para que yo lo oiga: Qué buenos, qué buenos...

Esa tarde acudimos ambos a san google. Él, para ver si los Reg-no eran realmente buenos. Yo, para saber si de verdad había una banda llamada así. Ninguno de los dos volvimos a comentar el incidente. Yo, por no herir el orgullo del chaval. Y él, porque ya lo tenía herido.

Poco tiempo después el joven iniciado abandonó la tortuosa senda del rock y centró sus esfuerzos en el hip-hop y el skate. Yo sé que no todos los mortales pueden aguantar en el arduo camino del metal, pero me entristece pensar en lo buen heavy que podría haber sido el joven Reg-no. Nadie habría contado historias falsas en los bares como él. Nadie se habría tirado más faroles delante unas cervezas que él. Nadie habría contado anécdotas de conciertos legendarios en los que no había estado como él.
Sólo espero que los raperos hayan sabido apreciar el diamante en bruto que les llegó.


Nunca pude ponerme esa sudadera sin esbozar una sonrisa nostálgica. Aunque falso, aquel momento fue true. Y esa es la moraleja de esta historia, amigos, porque la actitud lo es todo.

jueves, 7 de enero de 2010

Rocknrolla

Rocknrolla es una película. Si buscas en google te salen cosas variadas. Curiosamente, si la buscas mal, poniendo Rockanrola, lo primero que sale es un artículo de Sima de Rol (que en paz descanse).

La búsqueda de esta película es lo que reportaba más visitas a SdR a través de google. Mucho más que "porno de jeral", "lesbianas góticas" o "tetas zombies". Y todavía no entiendo porqué.

Yo ví la peli esa en el cine, en el mismo preestreno del que habla Hada en el post al que llega la gente, y la verdad, aunque no era mala del todo, tampoco era para levantar pasiones.
No sé, es algo que me llama la atención, ver como hay gente tan interesada en cosas que a mi me resbalan.

Y ya esta. Esto ha sido el post de hoy. ¿Que corto, no? Pues si, porque no tenía nada más que decir. Simplemente quería comentar eso de las visitas de rockanrola. Y como era demasiado largo para un tuit y además este es mi blog, y me lo follo como quiero, pues hala, un post cortito.

Es que es verdad, estoy todavía con la dinámica de "si no tiene al menos dos pantallas de largo no vale", pero las pruebas demuestran que a la gente le gustan más las entradas cortas, que lleve poco tiempo leerlas, porque la gente no puede invertir todo su tiempo leyendo blogs, porque la gente tiene una vida que malgastar haciendo tests de facebook, en juegos online, viendo porno, o simplemente durmiendo.

domingo, 3 de enero de 2010

Adiós a Sima de Rol

Se que debería decir algo. Quería empezar el año con un post normal, pero siento que debería decir algo. Sima de Rol ha caido y le debo un adiós en condiciones, algo mejor que mi post de despedida y algo más realista que el post sobre "el verdadero final". Porque me sabría mal, yo que he luchado como paladín de SdR mucho tiempo, dejarlo y punto.

Desde julio del 2006 han sido tres años y medio en los que con más o menos orden y más o menos éxito un puñado de personas nos dedicamos a escribir cosas. Cosas a secas. Parece que pegaba terminar precisando que tipo de cosas. Cosas de rol, cosas de frikis, cosas de cine. Pero no. En sima de Rol simplemente escribíamos cosas. Cosas que nos gustaban y que a veces gustaban a los lectores.

Revisando la nube de etiquetas veo tantas cosas, y me vienen a la mente tantos recuerdos. Cosas que escribí y cosas que leí de los demás. Algunos comentarios geniales de nuestros lectores, también. Con todas esas secciones que se iban inventando sobre la marcha, y entre las que se incluyen ciertos éxitos inseperados y fracasos que se veían venir.

De todas esas cosas yo escribí unas cuantas. No todas fueron buenas, ni mucho menos, de hecho me avergüenzo de algunas de ellas, pero si que hay unas pocas de las que me siento orgulloso.

Yo he disfrutado mucho escribiendo en Sima de Rol. Es cierto que a veces no me apetecía y que muchas me escaqueé. Unas veces no había tiempo, otras faltaba inspiración y otras, como últimammente, motivación. Pero siempre me gustó y siempre me ha divertido de un modo u otro lo que hacíamos ahí.

Y por eso siempre guardaré un buen recuerdo, ya que fue mi primera incursión, la primera página de mi curriculum en el mundillo de internet, no sólo ya en la blogsfera, sino en todo lo que hay detrás y que va inevitablemente unido.


Bien, ahora, para desmentir los rumores y declinar las invitaciones (aunque agradecer los ánimos) a hacerlo, no, Sima de Rol no volverá. Al menos no por mi parte. No es que no lo haya pensado, de hecho, un par de semanas antes de cerrar ya tenía pensado incluso como haríamos el regreso y el modo de anunciarlo y todo. Pero no. Sima de Rol ha sido lo que ha sido. Con sus cosas buenas y sus cosas malas. Estas cosas han ido trazando un camino, el camino de SdR, que ha llevado hasta este final. Reabrir el blog sería intentar enmendarlo, querer cambiar ese camino, lo que este blog y sus redactores han sido. Así que creo que por eso no deberíamos reabrirlo. Tal vez me equivoque, pero ahora mismo me parece lo más correcto.


Sin embargo, ahora que mis responsabilidades para con SdR han terminado, me centraré en este blog e intentaré darle algo de vidilla. Y quién sabe, tal vez más adelante me involucre en otros proyectos.

Aún a riesgo de parecer pesado, gracias una vez más a los que habéis estado ahí durante estos años de Sima de Rol.